¿Qué provoca el tabaquismo?

El tabaquismo provoca numerosas enfermedades pulmonares, muchas de ellas mortales (cáncer de pulmón y faringe), pero, además, es el factor de riesgo cardiovascular más importante.
Está demostrado que la incidencia de la enfermedad coronaria es tres veces mayor en los fumadores que en los que no tiene este hábito.

Hay dos mecanismos por los que el tabaco puede producir una isquemia coronaria:

1.-La nicotina: Desencadena la liberación de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que producen daño en el endotelio (la pared interna de las arterias) y aumenta el tono coronario con espasmo.

La concentración de nicotina en sangre está en relación con el grado de inhalación, más que con el contenido en nicotina del cigarrillo.

La nicotina produce alteraciones de la coagulación, fumar conlleva un incremento de la agregabilidad de las plaquetas (capacidad de unirse y formar coágulos), lo que aumenta la incidencia de enfermedades .

Finalmente el consumo de cigarrillos produce un incremento de los niveles de colesterol LDL y reduce los niveles del HDL o colesterol bueno, dejar el tabaco, la actividad física moderada y una dieta adecuada nos ayudarán a controlar nuestro colesterol.

2.-Monóxido de carbono: Disminuye el aporte de oxígeno al miocardio. Además, tiene una gran afinidad por la hemoglobina, por lo que se unen monóxido y hemoglobina impidiendo el transporte de oxígeno a los tejidos. Por otra parte, aumenta el colesterol y la agregabilidad plaquetaria.

¿Qué pasa cuando dejas de fumar?

Hay mejoras en el estado general del organismo que la persona que abandona el tabaco nota inmediatamente:
• Mejora la respiración y disminuye la fatiga.
• Disminuye la predisposición a toser y contraer infecciones, la piel y la cara se recuperan del envejecimiento prematuro, se recupera el sentido de gusto y olfato, mejora de la función pulmonar y se reduce la tasa de infarto de miocardio y muerte súbita en un 20-50 por ciento.
• A los 15 días la dependencia física a la nicotina ha desaparecido, la presión arterial y otros parámetros circulatorios se normalizan.
• A los tres meses se normaliza la resistencia a las infecciones y la conducta o hábito del no fumador
• Tres años después de dejar de fumar, el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular es el mismo que el de una persona que no haya fumado nunca.
• Dejar de fumar es más beneficioso que cualquier otro tratamiento médico o quirúrgico de la enfermedad coronaria
• Todo enfermo del corazón o con factores de riesgo cardiovascular debe abandonar de manera total el consumo de tabaco.