Los pacientes que sufren de angina de pecho a menudo explican una sensación de asfixia, presión o ardor en el pecho. Un episodio de angina no es un ataque cardíaco (infarto de miocardio).

A diferencia de un ataque al corazón, el músculo cardíaco no sufre un daño permanente y el dolor generalmente desaparece con el reposo.

La enfermedad arterial coronaria (EAC) y sus complicaciones, angina de pecho e infarto de miocardio son la principal causa de muerte en Europa y Estados Unidos.

La causa más frecuente de EAC, es una enfermedad denominada arteriosclerosis, que produce un engrosamiento de la pared interna de las arterias que riegan el corazón. Esta afectación de la pared, llamada placa arteriosclerótica, está compuesta de colesterol, compuestos grasos, calcio y una sustancia coagulante denominada fibrina.

El dolor generalmente se produce cuando el corazón necesita un mayor aporte de sangre, como durante el ejercicio físico o ante situaciones de estrés emocional. La angina suele comenzar en el centro del pecho pero puede extenderse al brazo, el cuello o la mandíbula. Algunas personas refieren entumecimiento o una pérdida de sensación en los brazos, los hombros o las muñecas.

Un episodio sólo dura unos minutos y desaparece con el reposo. Algunos pacientes con enfermedad arterial coronaria pueden no sufrir angina de pecho. El aporte deficiente de oxígeno al corazón (isquemia) no ocasiona dolor. Esto se llama «isquemia silente o silenciosa».

Otras causas de angina son el estrechamiento de la valula aórtica (estenosis aórtica), la anemia y el aumento de actividad de la glándula tiroides (hipertiroidismo).