¿Qué es la hipertensión arterial?

Se denomina hipertensión arterial, o tensión arterial alta, a una elevación sostenida de los niveles de presión sanguínea por encima de los valores considerados normales (presión máxima o sistólica de 140mmhg y presión diastólica o mínima inferior a 90mmhg).

Normalmente la sangre tiene una cierta presión dentro de las arterias (vasos que salen del corazón) que es necesaria para que llegue a todos los órganos del cuerpo. Esta presión está regulada por diversos mecanismos y puede variar por diferentes circunstancias como el ejercicio físico, el sueño, el estrés, etc.

En su origen influyen tanto factores personales y ambientales (edad, hábitos alimentarios y estilo de vida), como los genéticos. La tensión arterial tiende a elevarse con la edad, es más frecuente en personas con obesidad, si llevan una dieta rica en sal y pobre en potasio (pobre en verduras, frutos secos, cereales integrales, frutas y legumbres), beben elevadas cantidad de alcohol, no realizan actividad física y sufren estrés psicológico.

Prácticamente en el 90% de los casos la hipertensión arterial es esencial o primaria, es decir, de causa desconocida y, menos de un 10%, secundaria a alteraciones de origen renal, cardiovascular o del sistema endocrino.

¿Cómo podemos controlar la hipertensión arterial?

Hay muchos factores que pueden modificar la evolución y el pronóstico (consecuencias) de la hipertensión:

• El exceso de sal y líquidos sobrecarga el corazón y aumenta la presión de la arterial. Al principio puede hacerse la comida más tolerable añadiendo otros condimentos vegetales o algunas especies (dieta hiposódica).
• El tabaco se debe abandonar por completo ya que eleva directamente la tensión arterial y es un factor de riesgo coronario añadido.
• La dieta baja en colesterol (dieta hipocolesterolémica), protege los vasos retrasando la aparición de arteriosclerosis. Se recomienda la ingesta verduras frescas, frutas, aceites vegetales poliinsaturados y se desaconsejan las conservas, salazones, grasas animales, aceites saturados, etc.
• Aunque el alcohol a bajas dosis no está contraindicado, no hay que olvidar que tiene un alto contenido en calorías y engorda, y que, en dosis moderadas o altas, eleva directamente la tensión arterial.
• Se recomiendan cortos periodos de relajación durante la actividad laboral y un adecuado descanso nocturno y los fines de semana lo que conllevará una disminución de las cifras de tensión arterial.
• El ejercicio físico moderado pero diario (30 a 60 minutos al día) de actividad aeróbica nos ayudará a regular nuestra tensión arterial. El ejercicio moderado consume el exceso de calorías y dilata los vasos periféricos.
• Evite la obesidad y ayudara a controlar su presión arterial. Los obesos pueden reducir la demanda de sangre a su corazón perdiendo peso, ya que el tejido graso requiere un flujo de sangre adicional.

Medición de la P.A.

El paciente debe:
• Descansar 5 minutos antes de la toma de PA
• No fumar ni ingerir cafeína desde 30 minutos antes.
• Permanecer sentado, con los dos pies en el suelo, con la espalda y el brazo apoyados el brazalete del esfigmomanómetro a la altura del corazón. El médico debe:
• Utilizar el tamaño de manguito adecuado para cada paciente. La cámara de aire deberá comprender al menos el 80% de la parte superior del brazo.
• Utilizar manómetro graduado o de mercurio.
• media dos o más lecturas separadas par al menos dos minutos.